Un abundante “humo”, producto de un incendio forestal uruguayo, avanzó este lunes 24 de abril sobre distintas localidades de la provincia de Buenos Aires. Siendo este considerado «uno de los peores desastres ecológicos» de la región. Según los reportes recientes del Ministerio de Salud y el Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, además de afectar la flora y la fauna, también tuvo una gran repercusión en la salud de los habitantes.
Tras los incendios una gran fuente de gases y material particulado son liberados al ambiente, cuyas propiedades y composición, repercuten con mayor intensidad en la salud de quienes se encuentran más expuestos, o cercanos a la zona del incendio.
La composición y sus efectos en grandes concentraciones
- Monóxido de carbono (CO): reduce la capacidad de la sangre para transportar y liberar oxígeno a los tejidos.
- Hidrocarburos aromáticos policíclicos: algunos tienen capacidad mutagénica y carcinogénica.
- Dióxido de nitrógeno (NO2): puede generar lluvia ácida al combinarse con vapor de agua y genera grave injuria pulmonar.
- Dióxido de azufre (SO2): irrita la vía respiratoria y los tejidos oculares.
Son estos gases los responsables de la aparición de molestias, y es la exposición al material particulado atmosférico, el principal detonante de la aparición de ciertos síntomas en los habitantes de las localidades afectadas por el humo.
¿Cuáles son los síntomas que el humo puede generar?
- Tos
- Dificultad para respirar
- Irritación ocular y garganta
- Dolor de pecho y cabeza
- Cansancio
- Palpitaciones o latidos cardíacos acelerados.
¿Cuáles son los grupos más afectados por el humo?
- Personas alérgicas y asmáticas
- Niños más pequeños y adultos mayores.
- Personas gestantes.
La gravedad del asunto es lo que lleva a diversas organizaciones socioambientales a tomar medidas que prevengan dicha situación. Es por eso que la Ley de humedales tiene como objetivo regular las actividades productivas que incentiven las quemas intencionales.
¿Cómo deberíamos prevenir daños?
- Colocar trapos húmedos debajo de las aberturas (ventanas y puertas) para evitar el ingreso de humo.
- Vacuna contra la gripe y la vacuna contra el neumococo
- Uso de barbijo
Ante cualquier duda, consulta al centro de salud u hospital más cercano.